11 marzo 2019


CUENTOS POLÍTICOS DEL CARAJO...
(análisis sarcásticos de la actualidad política)

IV. Cordón sanitario o champú anti-caspa
-España-dicen- está apestada de fachas. Y es que para la mayoría de la gente de izquierdas, el “facherío” (el neo-fascismo, o más bien el fascismo de toda la vida) no pasa de ser una enfermedad contagiosa. Este Gobierno que nos dirige ahora parece que quiere combatirlo como si fuese una epidemia. Creen que se propaga por contagio, como lo hace nuestra querida gripe española, y, a fin de combatirla, forman y/o proponen los llamados cordones sanitarios.
A mí esto de combatir al neo-fascismo con medidas sanitarias me parece algo así como combatir el ateísmo con agua bendita. Por tanto, si seguimos considerando al “facherío” como una enfermedad, cómo combatiremos los otros sistemas políticos que no nos agradan. Para mí esto es mucho más sencillo, este “facherío” de ahora es caspa camuflada durante 50 años y para combatirla nada mejor que un buen champú Anti-caspa y echar un buen chorro de vinagre blanco en los ojos de aquellos que osen ser fachas.
Ramón A.

03 marzo 2019


CUENTOS POLÍTICOS DEL CARAJO...
(Análisis sarcásticos de la actualidad política)
III. Perro-flauta

Yo soy lo que se llama un “perro-flauta”. No es que yo tenga una flauta ni tampoco un perro. Ni los hombres y mujeres que tienen perro, tienen flauta, ni las flautas son poseídas, en rigor, por los perros. Repito, no tengo perro y nada sé de flautas, y sin embargo, cuando veo que un periódico o un canal de TV conservador habla de los perros-flautas, no puedo dejar de darme por aludido. Indudablemente, el concepto "perro-flauta" representa un concepto teórico, y aunque para los usos practico de la vida no tengo perro, teóricamente si lo tengo, además de flauta. Soy pues, en teoría un Perro-flauta.
En realidad, aparte del perro y de la flauta, el Perro-flauta viste casi siempre con pantalones vaqueros y camiseta, es una persona sencilla y bastante inteligente. A veces se pone americana y en casos extremos incluso se podría vestir de esmoquin. Algunos tienen perro y un porcentaje muy pequeño saben tocar la flauta travesera. Entonces, a que viene ese empecinamiento de los “Mass-media” conservadores de definir así a ciertas personas de determinada ideología.
Es absurdo. Pero, hago una reflexión, ¿cómo van a tomarnos en serio los gobiernos a los definidos como “perros-flautas” si nos vestimos con americana? Ahí lo dejo...

02 marzo 2019


CUENTOS POLÍTICOS DEL CARAJO...
(Análisis sarcásticos de la actualidad política)

II. Il Gattopardo.

Cada 1 o 2 décadas, nos acecha una crisis que parece que lo va a cambiar todo. Después de sufrir dicha crisis, ¿el mundo queda mejor? Probablemente, no; pero eso que importa. Que el planeta cambie no le importa ni a los Selenitas. Pero durante las crisis hay unos señores que se indignan porque ellos estaban instalados en su zona de confort. Estos señores no ven la necesidad de cambio.
Lo que ocurre en este mundo es que no le gusta a todo el mundo. ¿Qué quieren esos obreros que montan tanto jaleo? ¿Y esos estudiantes que quieren rodear el Parlamento?¿qué quieren los trabajadores de Coca-cola? ¿Y los malditos taxistas? ¿Quieren arreglar el mundo que no se ha movido desde la revolución industrial?
-Que se lean "El Gatopardo" y dejen de molestar-. Contestó el Puto Amo.

24 febrero 2019



CUENTOS POLÍTICOS DEL CARAJO...
(análisis sarcásticos de la actualidad política)

I. Un político de Pontevedra.

¿Cambio de ciclo en la política española? En los últimos años, el político de verdad solía ser, para que lo entienda la gente, un hombre de la provincia de Pontevedra, con una oposición regalada por el Estado, y casado con la hija de unos amigos íntimos de la familia conocidos en el club marítimo. Éste paisano tipo, nunca ha pegado ni pegará un palo al agua, y además no ha tenido la necesidad de emigrar a Suiza o Venezuela. Nos encontramos pues, con un "Ministrable" y por tanto, con un futuro residente del barrio de Salamanca "Presidenciable", que nada tiene que ver con sus rudos paisanos marineros de "A Costa da Morte" o de los labriegos de "A Terra Cha Lucense".
Pero en la actualidad para llegar a Ministro ya no es necesario haber nacido en la provincia de Pontevedra o alrededores, y comienza a ser indispensable ser castellano y muy español. Y éste es el cambio profundo que se inicia en la política española. A primera vista parece que se trata de un cambio sin importancia, pero entre el político gallego y el político castellano hay una diferencia mucho más grande que el acento, el marisco. Sobre el marisco gallego podríamos decir que es el responsable del Nepotismo español de toda la vida. Ya saben la procedencia de quien gobernó con mano dura más de 40 años. Pero, ¿qué Nepotismo nos espera con esos nuevos ministros que no han visto ni una ostra, ni probado un percebe en toda su vida? ¿Será esto una ventaja para los años venideros? Quizás, el político catalán haya probado marisco del Mediterráneo, que dicho sea de paso, no tiene la calidad del gallego, pero lo ha probado. Hecho suficiente también para eliminar al político catalán de la carrera para ser ministrables. ¿Os podéis imaginar un Presidente del Gobierno de origen catalán? Si en España hubiese alguien verdaderamente serio, tendría que estudiar con un criterio realmente científico, a dónde nos lleva este tipo de político lenguaraz castellano en cuya alimentación no se incluye ni el marisco ni el Albariño. Por desgracia, aquí no hay ningún tratamiento político verdaderamente serio.
Ramón A.

08 abril 2017

INCIDENTES 3

14.- EL MINISTRO DE ECONOMÍA

Aquel día comenzaba un agradable día de primavera con el hermoso canto de un gallo. Alguien sentado en un muro escupía a los paseantes y estos se asustaban. Pedro, un campesino recién llegado a la ciudad se detuvo, agarró una piedra y la lanzó hacia el muro. La piedra se coló por la ventana y se escucho un gruñido. "Arr..."-exclamó la hija de un banquero con la mejilla roja. Corrió despavorida por la puerta y golpeó a una señora en el estomago a la que le entro el hipo cuando le cayó un escupitajo en su peinado de domingo. A una calles de allí, un hombre con maletín golpeaba a su pequeña hija contra una pared roja mientras un pequeño perro con tres patas se rascaba la barriga infectada de pulgas. Un niño se comía los mocos mientras su madre hacía cola para comprar azúcar en el supermercado. Las mujeres se empujaban unas a otras y unos ladronzuelos descalzos hacían su agosto. Pedro, ya borracho, estaba de pie frente a las mujeres con los pantalones bajados y gritaba obscenidades. En la televisión del bar de enfrente, el Ministro de Economía mentía al decir que bajaría los impuestos. De esta manera, amanecía un agradable día de primavera.

15.- EL PERIODISTA
Un periodista, no excesivamente curioso, escupió en un vaso de agua, y esta se volvió negra. Como no estaba satisfecho volvió a escupir, al tiempo que decía: "puagh"' y el agua se volvió más negra; y ya para rematar la faena, volvió a escupir por tercera vez, acompañándolo de nuevo de aquel sonido. La crónica periodística que tenía encargada estaba concluida como cada día.
Mañana ustedes si quieren, podrán leer la crónica de este insigne periodista en el periódico de la mañana.

16- EL PARADO
En cierta ocasión, un hombre que estaba desempleado y que iba a la oficina del paro, se encontró con otro desempleado, que precisamente regresaba de la oficina del paro.
Y con esto está todo dicho...

17.- LA TWITERA
Resulta que en cierta ocasión una mujer escribió un chiste sobre un dictador. El caso es que al día siguiente volvió a escribir otro chiste sobre el mismo dictador que había sido asesinado hacia cuarenta años. Finalmente escribió hasta trece chistes del sanguinario dictador, muchos de ellos ya se contaba en la época del exitoso asesinato.
Pasaron los años y aquella mujer fue juzgada y condenada a un año de prisión por aquellos chistes sobre el dictador.
En resumidas cuentas, poco más se puede contar.

18.- EL DIPUTADO
El diputado se quedó dormido y tuvo un sueño. Estaba sentado en el hemiciclo y unos diputados poco aseados y mal peinados paseaban por allí. El diputado se despertó, se rascó la plateada sien, volvió a dormirse y tuvo otro sueño. A su lado estaban sentados los diputados jóvenes de otros partidos con ropas estrafalarias para su gusto. El diputado se despertó, limpio el hilo de baba que se deslizaba por su boca con un pañuelo de seda y volvió a dormirse y a soñar. Ahora aquellos jóvenes hablaban con un lenguaje impropio de unos políticos de su categoría. En ese instante se despertó y decidió irse, pero la pereza hizo que se quedara dormido de nuevo. Los jóvenes políticos ya casi ocupaban todos los escaños del hemiciclo con sus camisas a cuadros y sus pelos despeinados. El diputado gritó y dio cuatro vueltas en la cama, y ya nunca más se despertó. Una empresa inmobiliaria que se dedicaba a especular con pisos vacíos se lo encontró putrefacto y el equipo de limpieza lo arrojó al camión de la basura con un montón de desperdicios. Fin de la historia.

Ramón A.




23 marzo 2017

INCIDENTES 2


9.- EL PRIMER MINISTRO 2

Sería extraño imaginarse que al otro lado de la pared, de esa pared, estuviese el despacho del primer ministro, con el primer ministro tumbado, con sus largas piernas sobre una mesa de caoba llena de importantes documentos, y su rostro alelado.

Bastaría un agujero en la pared, para mirar a través de él, y, en directo, veríamos como ofuscado, da vueltas a un periódico deportivo tratando de adivinar cuál es la parte de arriba y cuál la de abajo.

Pero, mejor no pensar en él. Mejor tapar el agujero. ¿Qué parte de nuestra vida representa un primer ministro? ¿Qué parte de la vida imaginada representa nuestras miserias? Sea la parte que sea, tanto peor para nosotros...

10.-EL JUEZ

Era un hombre moreno con unos bonitos ojos y una voz dulce. Tenía una preciosa boca bajo una nariz perfilada. De unas proporciones adecuadas rondaba los cincuenta años. Trabajaba de juez e impartía injusticia contra el pueblo y sin embargo era benévolo con los poderosos.

Tal vez sea mejor ya no hablar nada más de él.

11.-LAS GENTES

Sánchez compró una casa pero la perdió. El Sr. Suárez le había dejado un préstamo que probablemente no recuperará. García perdió su trabajo sin razón alguna. Otros también perdieron su trabajo. Los González fueron estafados por una empresa de filatelia y lo perdieron todo. Los hijos de los González murieron en Urgencias debido a la ingesta de una comida en mal estado proporcionada por una ONG. Mientras tanto, la abuela del Sr. Suárez sé volvió alcohólica. Una adolescente cayó en un estado de bulimia espantoso. Márquez, el vecino del cuarto, compro una cuerda y se suicidó. Los padres de la adolescente que padecía bulimia se divorciaron. Un incendio arrasó cientos de casas de un barrio obrero.

Las buenas personas no están preparadas para pasar por la vida de forma segura.

12.-EL PRESIDENTE NARANJA

Al presidente de la nación más poderosa del mundo le sucedió algo extraño: de repente se olvidó si "PAZ" se escribía con "zeta" o "ese" final. Fue a preguntar a sus colaboradores de mayor rango y estos no supieron decirle. Ante semejante duda, decidió llamar a cada uno de los principales líderes de los países aliados, pero como cada uno hablaba un idioma distinto, la discusión no hizo más que empeorar las cosas.

¿Qué se supone que tendría que hacer? Por último, lo consultó a un grupo de expertos lingüistas, pero sus explicaciones no le convencieron y decidió hacer la GERRA.

13.-OTRA VEZ YO

El primer ministro se enfadó y lanzó el periódico contra la papelera de marfil que le había regalado un magnate del petróleo. ¡Al diablo con él! En lugar de hablarles de nuestro insigne presidente les hablaré de un juez.

Este juez nacido a finales de la década de los 50 vivió en Madrid, pero muy joven se trasladó a Barcelona. Allí estudió derecho en la facultad de... Bueno, ¡al diablo también con él! En su lugar, les hablaré de el presidente del país más poderoso del mundo.

D. T. nació pelirrojo, aunque hoy en día podemos decir que es el primer presidente de un país que es naranja. Dicho esto, todo el mundo sabe tantos datos de este presidente que no vale la pena seguir con él. Así que será mejor que les hable de la gente que tiene mala suerte en la vida.

No es fácil hablar de la gente corriente y además es desagradable si tienen mala suerte. Mejor hablemos de mí.

No soy alto ni bajo, ni razonablemente inteligente. No soy modelo ni atroz y me acerco mucho a lo que consideramos un ser humano común. No dejo de ser un insignificante incidente en un mundo absurdo esperando la noche...

Ramón A.



11 marzo 2017

INCIDENTES 1


1.- El banquero
Un banquero, presuntamente muy aventajado, se tiró por la ventana del piso decimocuarto del edificio de la bolsa de NY, se estampó y se murió.
Otro banquero, que observaba del edificio de enfrente como se tiraba el primer banquero, se subió a la azotea y también se estampó contra el suelo.
A continuación, un tercer banquero se tiró por la ventana, luego un cuarto, luego un quinto.
En todo Estados Unidos se estaban suicidando banqueros y pronto también en Europa se puso de moda. En menos de seis meses la crisis económica mundial se había acabado y la gente empezó a vivir dignamente.

2.-La Alcaldesa
En cierta ocasión una alcaldesa muy conocida se dio un atracón de comida, alcohol y drogas y se murió. Un compañero de partido, tan pronto se enteró, también se murió. Otro, que se dedicaba a la banca, se tiró por la ventana de su oficina. Familiares y amigos siguieron su camino y se murieron porque sí. Otro del partido contrario tuvo un accidente de tráfico. La abuela del presidente del país huyó con un joven negro a África. Otros enfermaron o no quisieron saber nada. ¡Hay que ver, lo que es el ser humano!

3.-La Curia (Un milagro).
Esta es la historia de un religioso piadoso que podía hacer milagros, pero no los hacía. Él sabía que podía hacer todo tipo de milagros y mejorar la vida de los pobres y de los enfermos, pero no los hacía. Sería capaz de acabar con la pobreza de su país y llevar la esperanza a los desventurados, pero no hacía nada. Pasaban los años ejerciendo el ministerio con vestiduras sagradas y creyendo ciegamente que podía hacer milagros. Al final se muere por un problema hepático sin haber hecho un solo milagro en vida. Cuando se muere, el Vaticano lo canonizan y lo hacen santo. Este ha sido su primer y último milagro.

4.-El Militar
Este militar había servido en la Gran Guerra y había perdido una oreja en el fragor de la batalla. Años después, en la Segunda Guerra, resultó herido perdiendo una mano y un ojo. A la llegada a su país, lo aclaman como un verdadero héroe y poco tiempo después le dan un cargo en el Ministerio de la Guerra. Al día siguiente de jurar el cargo y por razones desconocidas pierde la voz y ya no podrá hablar jamás. Esto no es obstáculo para que lo asciendan dentro del Ministerio. Acude a actos y a maniobras militares, y en una de estas maniobras, una mina anti persona que no debía estar allí, explota y le tienen que extirpar las dos piernas. Esto es definitivo para que lo nombren Ministro de Defensa. Ocupando este cargo de tanta responsabilidad y con tanto trabajo, apenas come y pronto la extrema delgadez lo transforman en un pequeño trozo de carne, sin piernas, sin brazos, sordo, mudo y ciego. Era tan insignificante que no debería ni existir.

5.-Primer Ministro
Hablar del primer ministro no es fácil. En primer lugar, es necesario saber cosas de él; en segundo lugar, apenas conozco nada de él. Solo sé que, a duras penas es capaz de atarse los zapatos, y que en invierno a menudo lleva un hilillo húmedo saliendo de su nariz. Ni que decir tiene, que siempre anda con la bragueta abierta. Su vida consiste en visitar a compañeros que están en la cárcel acusados de corrupción, y asistir a algún que otro funeral de amigos banqueros que se tiran por la ventana.
Este hombre es el triste ejemplo de toda esa gente oportunista que ocupa en la vida un puesto que no debería ocupar. (Fin de la cita).

6.- La Princesa (El traje nuevo de la Infanta)
Acontecía que todo un pueblo ciego y sordo miraba el dedo del niño que gritaba mientras señalaba a la princesa: “la princesa es corrupta”. Obviamente, la princesa estaba desnuda, enseñando todas sus desvergüenzas. Así es el discurrir del mundo.

7.-El Monarca (Obnubilación monárquica).
Siempre había odiado los discursos políticos. El que más odiaba, y no por largo, era el discurso del monarca en navidades. En esta tesitura, deseaba quedarme ciego, sordo y perder todas mis facultades, ¿como podría hacer desaparecer aquel insulso discurso? Todo podría desaparecer durante 15 minutos. De pronto, desaparece el sentido del tacto, y las cosas parecen no existir. El oído deja de funcionar, y uno se siente más tranquilo. Desaparecen los restantes sentidos, y el mundo por un instante mejora sin las palabras necias de aquel monarca.

8.- Yo
Todo lo que puede decirse ya ha sido dicho muchas veces. No tengo nuevas observaciones que hacer porque las cosas siguen pasando irremediablemente. El mundo está esperando al amanecer.


Ramón A.

20 marzo 2016

Capítulo VII

Prefacio (o las pelotas del Criquet)

Escribir sobre España o Europa es fácil. El escritor puede describir París o situar la trama de su novela en el barrio de Montmartre sin moverse de su ordenador, dejando volar su imaginación o dando un pequeño paseo. Describir lo bello siempre es fácil y más aún, teniendo en cuenta, que la cultura europea está incrustada en el subconsciente del ciudadano europeo. Los temas son inagotables; la Grecia clásica y sus escultores, las ciudades renacentistas de Italia, los castillos medievales de la Bretaña francesa o el modernismo de Barcelona, por poner solo unos ejemplos. La memoria histórica hará el resto. Pero no es tan fácil escribir sobre el caos, la suciedad y la basura que inundan las calles de las ciudades de Pakistán. Si además eres un recién llegado y no conoces bien esa cultura, todavía se complica más. Resulta difícil describir la fealdad de las fachadas llenas de carteles oxidados y medio descolgados, la maraña de cables eléctricos que cruzan las paredes, las aceras imposibles y llenas de basura. En definitiva, no es fácil escribir sobre el mal gusto y las inmundicias humanas.

El europeo inicialmente solo ve la parte exterior, su mirada se desliza por la superficie; le llama la atención los montones de birrias y pegotes kitsch que hay en un mercado o la forma de conducir y sus constantes bocinazos. A primera vista es difícil ver lo interior, lo importante. Es importante vivir la ciudad y sentirla, para poder escribir sobre ella y para que ese mundo real surja tras la presión de las teclas del ordenador.

Para un europeo como yo, quizás sea esencial caminar, mirar y apreciar, y distinguir la belleza del caos. "Ahora camino por el Markaz de F10, observo los vendedores de comida callejera, huelo sus enormes ollas en combustión mientras un barbero rasura el pelo delante de un viejo espejo colgado de un clavo en un árbol". Al principio nada se une, la composición es imposible, nada forma un todo, pero con el transcurso de las horas y de los días, el cerebro será capaz de recomponer todo y los ojos de un europeo podrán apreciar el orden lógico. Llevo en Islamabad 2 meses e intento conocer una ciudad enorme que parece que cada día se ha multiplicado y autocopiado. 

Ahora me doy cuenta que tengo a mi disposición una infinita riqueza sobre la que escribir, más allá de los prejuicios religiosos y del miedo al atentado terrorista inicial. Debajo de cada sombra o en los porches de las tiendas, se ven vendedores de pájaros, niños sentados lustrando zapatos, zapateros arreglando sandalias, cientos de pequeñas tiendas abiertas con sus mercancías en la calle; muebles y electrodomésticos nuevos y viejos, frutas y legumbres del día, gallinas que picotean entre las mercancías algún hierbajo o insecto perdido, juguetes, sombrillas, abalorios, comida, especias... Podría seguir enumerando listas de objetos, catálogos....todos ellos construidos, inventados o traídos por las manos y la idiosincrasia de la gente de esta ciudad. Ellos son los que han construido esta ciudad y sus calles.

“Cruzo la calle y entro en Fatima Jinnah Park, a la derecha un tejadillo con las correspondientes alfombras para rezar, un poco más allá, media docena de jóvenes jugando al Criquet, al fondo tres chicos tomando fotos y un parque infantil con una sola niña con los ojos pintados y con un vestido chillón de otra época”. En este enorme parque no hay menos de una docena de campos de criquet. El criquet es el deporte nacional, en todas partes hay campos y gente practicando, cualquier momento es bueno para jugar a este juego tan incomprensible para mí.

Y ahí está la clave. Cuando eres consciente de los millones de pelotas de criquet perdidas por todo el país es que ya empiezas a saber algo del país. ¡Eureka!


Ramón A.

11 marzo 2016

Capítulo VI

ESTAMPA DE UNA MADRUGADA

Silver Oaks, F10, Islamabad, cinco de la madrugada. Todo está oscuro, gracias a la colocación de unos cartones en las ventanas para suplir la falta de cortinas, y hace calor. De repente, cinco o seis altavoces colocados estratégicamente en las torres de las mezquitas comienzan la llamada al rezo. Poderosas voces graves, no sé si grabadas, escupen el “lánguido” y “melodioso” llamamiento del almuédano. Lo primero que piensas es que una caterva de líderes religiosos se ha colado en tu habitación con megáfonos para vengarse de las torturas sufridas por los musulmanes en Abu Ghraib.

Silver Oaks, F10, Islamabad, cinco de la tarde, unos días antes. Las vistas son espectaculares desde la séptima planta de un precioso apartamento rodeado por un balcón esquinado de 20 metros de largo. Desde allí se puede ver tres cuartas partes de una ciudad casi plana. Nos dimos enseguida cuenta que, el apartamento, paradójicamente, carecía de ese apreciado invento persa llamado persiana y tan utilizado en España. Sin embargo, las vistas de las montañas del norte, de la Gran Mezquita Faisal y de media docena de minaretes con sus respectivas mezquitas, nos empujó a tomar la decisión de elegir dicho apartamento, para que fuese nuestro hogar.

Durante unos cuantos minutos las voces de aquellos madrugadores imanes barbudos llenan todo el espacio de tu casa, se juntan, se fortalecen y cual coro triunfal despiertan a todos los habitantes de la ciudad. Casi logran que me hinque de rodillas y me ponga a rezar hacia la Meca, implorando para que se callasen.

Aquel mismo día firmamos el contrato de alquiler con seis mensualidades por adelantado. -Un poco caro, pero se respira tranquilidad -comentamos a la salida de la oficina del agente inmobiliario que allí mismo tiene su oficina. - ¡Ah!, pero si además de un jardín bonito y unas instalaciones deportivas, tienen una sala especial para el rezo. -Menos mal que por nuestra condición de agnósticos seguro que no la vamos a utilizar. -Te digo una cosa querida, allá cada uno a quien reza, yo los respeto....

Hundes la cabeza en la almohada al tiempo que tu cerebro se acostumbra a los ardientes suras coránicas que resuenan por toda la ciudad. Al fin y al cabo, son las cinco de la madrugada y en algún momento dejaran de sonar, y volverás a conciliar el sueño. Los fieles, nombre muy apropiado para estos fieles, oirán la llamada con alegría, se cambiarán un camisón por otro y realizarán el salad assubh, su primer rezo del día. Ahuyentado el silencio de las calles, serán los perros los que ladrarán hasta unos instantes antes de que lo haga el despertador.

Al final, hemos conseguido un apartamento alejado de las miradas de los señores de la guerra, pero muy cerca de las voces de los líderes religiosos…


Ramón A.

03 marzo 2016

Capítulo V

CREPÚSCULO Y ALBA


CREPÚSCULO

Es la hora que la penumbra deja al día a punto de desfallecer. La Luna sale desnuda, pálida y brillante de una nube desgarrada por el Sol, y vaga por cielos oscuros y nebulosos. Desde los picos más altos del Himalaya, hasta la inmensa ciudad de Karachi en la costa sur, los dos ejércitos invisibles se atrincheran en los fosos del miedo y del terror. Huele a Asia, huele a comida condimentada y picante. Los ejércitos, siempre al acecho, se agazapan en la noche; uno inmenso e inocente, esperando morir; el otro insignificante y monstruoso, esperando matar. En miles de kilómetros no se observa ninguna línea del frente, solo puntos de terror y miedo. Solamente los ojos de las estrellas pueden escudriñar las estrategias de la barbarie al mismo tiempo en las cuevas de Tora Bora y en las calles de Pesawar. Las cartas geográficas abarcan más allá de las fronteras terrestres, los huraños soldados no se cuadran y no comparten uniforme, solamente comparten té, armas mortales y un credo final.


ALBA

Como un beso del cielo, el sol engulle el alba y deja entrever los horrores del terror. Todo se inunda de luz, de claridad, de sol. Se diluyen las nieblas y cientos de lamentos y tristezas, así como bandadas de lágrimas, más frías que las nieves eternas del Annapurna, sobrevuelan más allá del Planeta Asia. Las almas temblorosas y los corazones heridos reviven con los primeros haces de la aurora. No hay constancia de los barbudos soldados en las montañas, quizás hayan vuelto a sus casas o se hayan perdido en las penumbras de los bosques.  Las angustiadas nubes desaparecen por las lejanas montañas del miedo, dejando atrás las almas rotas y las viudas ennegrecidas. Y en ese claro azul de la media tarde, se oyen los rumores de la gente en los mercados y se alzan arcos iris de esperanza. Cada día suena la trompeta del milagro y de la nueva Fe.


Ramón A.

19 febrero 2016

Capítulo IV

Un sueño (de vida)

La noche pasada tuve un sueño muy extraño. Soñé que era un modesto cartero en Birmingham. Nunca he estado en Birmingham y apenas hablo inglés. Me presentaba a unas pruebas en el Ministerio de Asuntos Exteriores y me elegían para ir a trabajar a la profunda África negra. En aquel ambiente colonial inglés me ofrecían unas condiciones de vida fabulosas. Me veía allí, con mi pelo blanco apelmazado, vestido con el traje típico de funcionario colonial británico, camisa blanca empapada de sudor, pantalones cortos blancos y holgados, y calcetines blancos bien subidos. Vivía con mi familia en una gran casa con jardín y piscina donde pasaba la mayoría del tiempo sofocando el pegajoso calor del altiplano africano y matando mosquitos. Tenía criados negros y un gran jeep que utilizaba para ir a cazar con otros europeos desplazados allí. Por la noche acudía al club a beber un buen Brandy, a fumar un gran puro y a escuchar la música de piano que tocaba un negro llamado Sam. Así parece que transcurrían mis días...

Me desperté empapado de sudor sin saber muy bien dónde me encontraba. Sin duda, la fuerte cena picante de la noche anterior en el club francés había hecho estragos. Me levanté de la cama y me miré perplejo al espejo, seguía siendo yo, hombre de mediana edad con el pelo blanco. Observé por la ventana que Islamabad seguía allí abajo, con sus casonas con jardín y sus desperdigados slum repartidos por la ciudad. Al acabar de desayunar, le dije al joven ascensorista que apretase el botón GMO para ir al gimnasio. Me haría unos largos en la piscina, me relajaría en el jacuzzi y pasaría por la sauna, como otros tantos días. Después bajaría al parking subterráneo y le diría a mi chofer pakistaní Ashraf, que me llevase al hotel Serena. En el camino sortearíamos un par de security point y antes de entrar en el hotel, una barrera de seguridad donde revisarían los fondos del coche con un espejo. Tomaría un apetitivo con una cerveza, ojearía la prensa internacional y recogería a mi hija en la guardería anexa al hotel, que además comparte instalaciones con Naciones Unidas.
En realidad, la vida no ha cambiado tanto en los dos últimos siglos... La luz deja paso a la noche y la ciudad oscurece.

Así transcurren los días...



Ramón A.

11 febrero 2016

Capítulo III

UN TUPIDO VELO

A nuestro alrededor la ciudad empieza a mostrarse, deja de difuminarse y poco a poco se van desvaneciendo las intensas nieblas. Hay más gente, más cielo y más casas con jardín; y aquella ciudad que hace solo un mes nos parecía triste, deshumanizada y caótica, ahora se nos presenta interesante y con posibilidades.

El clima aún es benigno y pronto llegará el monzón. Pero por algún motivo, sus gentes me resultan extrañas y desconocidas. Decido que es la hora de acercarme a ellos y conocerlos. Llevaré a cabo algo que ronda mi cabeza desde hace tiempo; me vestiré de mujer musulmana incluyendo un burka o niqab. Podré pasearme tranquilamente y escrutar la ciudad desde el tupido velo. Resulta tranquilizador que la gente no te reconozca. ¿Lograré siquiera hacerme una diminuta idea, de lo que siente una mujer de esta guisa? Lo dudo…

Empieza siendo divertido, aunque no tanto como entrar en un vestuario femenino haciéndote pasar por mujer. Camino por la ciudad y a la media hora esta ya me parece familiar, con sus tiendas de artículos viejos, sus vendedores de fruta callejeros y paradójicamente por sus múltiples tiendas de móviles e informática. Decenas, cientos de tiendas permanecen abiertas, y sus mercancías apiladas en la calle, cubren las aceras. Cada dos por tres, veo vigilantes con sus respectivos AK-47 vigilando todo tipo de negocios, sobretodo colegios y practicamente todas las casas con jardín. La mayoría de estas casas incluyen una caseta para el vigilante en el exterior. Los vigilantes y policías también toman su pausa para el rezo, aparcando su arma al lado de la alfombra. Imagen poderosa, esa de mezclar armas y religión, si bien aquí es algo habitual. Me imagino una foto así, descontextualizada en Occidente y con un pie de foto tendencioso. Olvido mi atuendo y me acerco a sitios que de otra forma nunca me hubiera atrevido, agudizo mis oídos en conversaciones aquí y allá, y en una tetería a pie de calle, próxima a la Mezquita Faisal, escucho a un hombre con las barbas rojas que charla con su amigo:

-No sé -farfulló en un inglés con acento difícil, el de las barbas teñidas de pelirrojo-, a mí no me gustan los americanos. No es ya una cuestión política, es algo étnico y cultural, son prepotentes y huelen mal.
-Dime, Gurham, ¿Cuántos americanos has visto en tu vida? ¿Por qué tienes que ser racista sin necesidad?
-Yo no soy racista -se alteró el pelirrojo -Bueno quizás sí, pero es que los odio y quiero que se vayan de mi país…

Empieza a oscurecer y no es buena idea que una mujer sola ande por estos lugares sin la compañía de un hombre y unos cuantos churumbeles. Huyo de la zona, porque después de oír aquellas palabras, mi tupido y oscuro burka se ha convertido en un simple velo transparente en la cabeza de una asustadiza y jovencita novia virgen el día de su boda con su pretendiente 30 años mayor. Tengo miedo y empiezo a estar nervioso y alterado, a pesar de que ni soy americano ni huelo mal.

He llegado a una ciudad llena de gente y de coches y nada hacía sospechar que 4 o 5 veces al día, un buen número de sus gentes, se descalzan y se ponen a rezar encima de una pequeña alfombra. El viernes, el día del rezo, parece que hay que servir antes a Dios que los quehaceres cotidianos, pero yo no soy nadie para hacer juicios de valor, a pesar de lo dicho. La verdad, no tengo muchas ganas de blasfemar en contra de ningún Dios; satirizarlo o ser un seguidor ferviente, poco ayuda a la gente.

Corramos de nuevo un tupido velo…

Ramón A.


05 febrero 2016

Capitulo II
HOME, SWEET HOME

Por fin, después de 14 horas de viaje, llegamos a nuestro hogar provisional en Islamabad. Aquí nos quedaremos mientras buscamos casa propia.

El amanecer se difumina en una neblina gris acristalada de primera hora de la mañana proveniente de los numerosos riachuelos que cruzan la ciudad. El apartamento está en el decimocuarto piso de un edificio de veinticuatro plantas que, junto a dos edificios gemelos y un centro comercial en la base, forman el complejo “The Centaurus”. Están construidos a prueba de terremotos e inundaciones. Es un oasis para los occidentales y gente pudiente; con vallas de seguridad y cuatro francotiradores con sus sacos terreros en cada esquina; piscina, gimnasio, spa y pista de squash; un mundo aparentemente seguro en medio de la pobreza, pero al fin al cabo, una gran diana para los yihadistas.

Una semana más tarde, el tintineo del wasap suena y leo en el grupo de wasap de la embajada lo siguiente:

Dear all at isb/rwp. (Islamabad/rawalpindi)
There is a high level of threat in isb and rwp
 in upcoming days.Try to avoid crowded areas and
markets like jinnah super , Karachi  company saddar,
 near quaid.e.azam  university specially.
There are six suicide bombers  who have entered
 in these cities .
Their recent locations have been found in nae abadi
++and their target is madrasas n educational institutes.
If u observe any suspicious activities Observe and visually
scan who ever is walking / sitting / standing next to u.
Everywhere suspected, do report plz..
fdo: xxxxxxxx

En este momento, la idea de miedo que llevaba escondida, surge de los rincones más oscuros del inconsciente y esa idea depredadora pasa a dominar a todas las criaturas del mundo real. De repente, la muerte, que antes era un hecho probabilístico, que le podía pasar a cualquier persona en cualquier momento, se convierte en un hecho tangible que casi puedes tocar y saborear, y piensas: ¡qué demonios hago yo aquí! ¡Qué mierda de aventura he venido a vivir! Acabas por admitir, que la hora del sueño ya ha pasado y que esto es la vida real. ¿Qué siente un hombre cuando cargado con una mochila llena de explosivos la hace explosionar en un lugar que quizás conozca, por la que habrá paseado muchas veces, en la que seguramente tenga conocidos y amigos, tal vez hasta familia?

Pasarán los días y las sombras se desvanecerán, pero después de pensarlo fríamente, hemos decidido que nuestro hogar estará en algún lugar donde pase desapercibido a los ojos de los señores de la guerra.

Corramos un tupido velo…


Ramón A.

25 enero 2016

Capítulo I
ZONE ZERO

La primera vez que llegas a Pakistán, la embajada envía un todoterreno blindado para recogerte y desplazarte del aeropuerto a “casa”. Cargas todas tus maletas y dejas atrás el destartalado aeropuerto. La primera impresión de todo lo que ves, te quedará grabada para siempre. A pesar de ser muy temprano, la carretera está atiborrada de gente, de motos cargando con familias enteras y de preciosos camiones decorados. La imaginación se dispara…

Conducía de forma nerviosa pero a una velocidad prudente. Sabía que iba a convertirse probablemente en el protagonista de la siguiente película de Hollywood. No era cuestión de prisas, las cosas decisivas pasan en menos de una décima de segundo y a una velocidad asombrosa.
El encuentro fue fortuito, de esos que dan un vuelco a tu vida. Para un recién llegado a Pakistán, el hombre del coche blanco, era el perfecto yihadista preparado para inmolarse. Lo seguí con la vista durante todo el trayecto. Seguía nuestra misma ruta.
Ventanillas subidas a pesar del fuerte calor, llevaba un jersey de cachemira de pico del mismo color que su descuidada barba y las dos manos bien agarradas al volante del todoterreno blanco.  Frenó en el semáforo rojo, apenas a 200 metros de su objetivo. ¿Por qué lo habrá hecho? –se preguntará la gente millones de veces. Cientos de editoriales de medio mundo indagarán en su pasado.
La explosión es tan potente que hace temblar a los edificios colindantes. La embajada india se viene abajo. La onda expansiva se puede escuchar en la zona norte de la ciudad. Los casquetes caen sobre nosotros y una nube grisácea de polvo nos traslada de repente a la Conchinchina. “¿Qué hago yo aquí?” – se pregunta mi mente, como si de repente nos encontrásemos en Marte. “¿Por qué mi cerebro funciona pausadamente y sin embargo mi cuerpo está estremecido y tembloroso? –continua el relato trágico, del cual me temo, será difícil desprenderse. La nube de polvo lentamente lo cubre todo y a pesar de ello, la vida continúa. La vida continua, sí, en un país con una guerra invisible e imaginada a cada momento.

Asraf, el chofer local del embajador, sortea sin dificultad el caótico tráfico de aquella infestada autopista, y Juan, un policía de la Coruña, nos pone al día sobre las costumbres y anécdotas de la ciudad. Me relajo pensando que el destino de toda aquella gente está en manos de Alá, el Todopoderoso y Excelso, no hay que temer por ellos, y el nuestro, unos herejes recién llegados, en la pericia de Asraf.

Ramón A.